Esta foto, realizada durante un ritual en Benín, me recuerda uno de los fundamentos del animismo religioso: la importancia de la conexión entre el ser humano y la naturaleza. En la sociedad actual, vivimos desconectados de nuestros entornos naturales, y esta falta de conexión nos afecta negativamente. El periodista estadounidense Richard Louv s en su libro "El último niño en el bosque"narra cómo los seres humanos, especialmente los niños, pasan cada vez menos tiempo al aire libre, llegando a la conclusión de que estar tan separados de la naturaleza perjudica tanto la salud física como la salud mental. No puedo estar más de acuerdo
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Cuando estudiaba la carrera de Biología, hubo una hipótesis que me pareció digna de la época del romanticismo. Incluso su nombre me parecía épico y sugerente: la hipótesis Gaia de James Lovelock y Lynn Margulis. Sugería que el planeta Tierra funciona como un superorganismo que modifica su composición interna para asegurar su supervivencia. Gaia, Gea, Pachamama o Madre Tierra son nombres que evocan a la diosa de la Naturaleza en diversas culturas, por lo que la elección de este nombre no fue nada casual. Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha rendido culto a esta diosa a través de múltiples rituales. El ciclo vital del ser humano estaba totalmente unido al ritmo natural de las estaciones y estaba integrado en la vida cotidiana y en las festividades asociados a ellas. En la actualidad, hay una pérdida de ese sentido de lo sagrado y de esa íntima conexión con la naturaleza. Nos hemos convertido en instrumentos dedicados a producir y consumir, lo más rápido posible. Existe una carencia de “sentido”, una cultura de “vida rápida” que deja terrenos estériles a su paso. Quizás esta pandemia nos haga detenernos y recuperar esta dimensión humana y espiritual. Yo, por mi parte, seguiré intentando captar con mis fotos aquello que nos hace humanos, quizás en un vago intento de que no se me olvide quién soy y de dónde vengo.
A las puertas del desierto se encuentra Rissani. Aún conserva esa magia y misterio que nos habla de caravanas, de comerciantes y de historias de nómadas que en sus viajes hicieron parada en en este lugar para comercializar con oro, alfombras y dátiles y así continuar su periplo por el desierto.
Muchas veces he pensado que utilizo mi cámara para "revelar" lo que hay en el interior de mi inconsciente. Creo que para mí, esta marioneta simboliza el estado en el que se encuentran muchas mujeres cuando deciden empezar a dirigir sus vidas. Hay un periodo en el que se sienten "como un juguete roto". Pero debería ser tan solo, un periodo de reflexión , de empoderamiento, para luego poder recuperar quienes son
David LaChapelle dice que no le gusta dejar nada al azar, y que por eso trabaja solo en estudio. Yo he elegido que sea el azar quien dirija la luz y el escenario en los retratos que realizo...Una vez más la manera de fotografiar habla de quienes somos y de cuál es nuestra actitud ante la vida...Unos dejan que dirija la parte consciente y otros la inconsciente...Algunos se acercan y otros se alejan...Luz artificial o luz natural...Por eso elegí la fotografía como modo de expresión, porque me permite saber más sobre mí.
Sigmund Freud, aseguraba que todas las personas teníamos una energía vital que puede ser negativa o positiva, Tánatos o Eros. Tánatos era el dios griego de la muerte, las personalidades tanáticas tienden a preferir el dolor, el sufrimiento y la oscuridad. Por el contrario, las personas que se identifican con Eros, se inclinan hacia el placer, la vida y el goce
Y a veces Tánatos no puede soportar la belleza de Eros..... Y es que cada vez tengo más claro que no me gusta la fast fotografía. Prefiero sin lugar a dudas la slow fotografía. La que se piensa, la que se siente , la que necesita su "tempo". La que se cocina a fuego lento para potenciar el sabor de todos sus ingredientes. La que por mucho tiempo se queda en tu retina y en tu mente, como los bonitos recuerdos...
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Laura Pina"Mirar fuera para ver hacia dentro" Archivos
Octubre 2023
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